La industria agroalimentaria se encuentra en un proceso de fuerte reconversión hacia posiciones más sostenibles.
Lo vemos diariamente, en anuncios publicitarios, campañas institucionales o en los lineales de los supermercados. La apuesta por procesos productivos justos y por alimentos y bebidas más sanos y ecológicos es cada vez mayor, al menos en nuestro país.
Pero ¿qué tiene que ver el ecoBranding en todo esto?, ¿de qué manera participa esta forma de entender el branding en dicho proceso? Quienes nos dedicamos al diseño estratégico para empresas y marcas que creen en un mundo mejor sabemos que las respuestas pasan por dos palabras: todo y global.
Índice de contenidos
- En la nueva industria agroalimentaria, el ecoBranding lo es todo.
- Los envases: el gran reto que hemos asumido.
- Grandes ventajas para la cadena alimentaria y sus responsables.
1. En la nueva industria agroalimentaria, el ecoBranding lo es todo
El ecoBranding lo es todo en la solución a los desafíos de la industria agroalimentaria, pues tiene la capacidad de participar directamente y reformular la concepción, desarrollo, gestión y ejecución de todas y cada una de las fases que intervienen en la misma, es decir, lo hace de manera global.
No en vano, en el camino hacia una solución integral a los grandes desafíos de las empresas del sector, existen dos escenarios que esta herramienta no pierde de vista, pues enmarcan dichos retos: los ODS y la nueva PAC. Esta última se encuentra inmersa en un gran debate de cara a su reestructuración dentro de dos años.
2. Los envases: el gran reto que hemos asumido.
Sin embargo, de entre todos los objetivos y retos cuya consecución encara la industria alimentaria (conseguir una mayor sostenibilidad del proceso productivo, brindar alimentos más sanos y de calidad, favorecer al medio rural, reducir el desperdicio alimentario, preservar la agrodiversidad y la salud de los ecosistemas, etc.), la asunción de envases ecológicos y sostenibles es quizás uno de los más palpables (y valorados) por el consumidor o consumidora final.
2.1. Identidad digital común y estrategia compartida
Una de las razones es que dicha sostenibilidad, así como la eficiencia y eficacia de un envase alimentario, son cualidades apreciables a simple vista. Es decir, apelan a la razón y valores del consumidor o consumidora de forma directa.
En otras palabras, no hace falta que la ciudadanía indague sobre los métodos de explotación de esa empresa del sector alimentario en cuestión ni sobre su ubicación o responsabilidad corporativa. Con un simple vistazo, sabemos si la marca realiza cierto esfuerzo por preservar el medioambiente, tan solo a través de su envase; incluso por trabajar en pro del bienestar animal o de una forma de agricultura ecológica.
Para ello, claro está, un equipo de profesionales del ecodiseño ha de plasmar dichas informaciones de manera correcta sobre el envase.
Quizás por ello, son muchas las empresas del sector agroalimentario las que han hecho un verdadero esfuerzo en este sentido a lo largo de los últimos años. Cada vez son más los ejemplos de envasado eco que llenan los estantes en la economía española.
2.2. Industrias alimentarias y ahorro de costes.
Otra de las grandes razones para abrazar la sostenibilidad en los envases empleados por la industria agroalimentaria pasa, indudablemente, por un motivo pragmático: equilibrar la cuenta de resultados.
Y es que, asumir un tipo de envasado eco es un proceso de innovación rentable, pues propicia el ahorro de costes (en materiales, almacenaje, distribución, etc.) y fácilmente asumible por la industria alimentaria, de la que forman parte múltiples pequeñas explotaciones.
2.3. Industrias alimentarias y ahorro de costes.
La industria agroalimentaria ha tomado el pulso, al menos en lo que respecta al continente, a las exigencias planteadas por el mercado de consumo. Ahora está por ver que haga lo propio respecto al contenido.
Un ejemplo de esta toma de conciencia global e integral lo encontramos en el proyecto Ecolac, impulsado por FeNIL (Federación Nacional de Industrias Lácteas).
A través de EcoLac, las empresas participantes pretenden impulsar la sostenibilidad del sector lácteo mediante la reducción del impacto ambiental asociado a la fabricación y distribución de leche y productos derivados. ¿Cómo? A través del ecodiseño, concretamente de un software para el ecodiseño adaptado a las necesidades del sector lácteo.
3. Grandes ventajas para la cadena alimentaria y sus responsables
Independientemente de las razones que han motivado el impulso de los envases sostenibles en el sector agroalimentario, lo cierto es que este ha sido tomado.
En nuestro equipo somos muy conscientes de ello, pues cada vez son más las marcas de alimentos y bebidas que llaman a nuestra puerta en busca de una propuesta de ecoBranding y ecodiseño para el envasado y empaquetado de sus productos.
Seguros, éticos y asequibles, así han de ser los nuevos envases en el camino hacia la revolución del sector alimentario, así los entendemos y así los demandan nuestros clientes en mayor medida.
Para la cadena alimentaria, esta es una gran noticia. ¿Por qué? Porque gracias a estos nuevos envasados propiciamos la distribución de alimentos y bebidas de manera más segura, cómoda y eficiente para la industria agroalimentaria y para la ciudadanía. Pero sobre todo, más respetuosa con el entorno y con nuestro futuro, es decir, más sostenible.
Para las empresas de la industria agroalimentaria, también. Pues estos envases favorecen su rentabilidad e integración en la economía circular. Este modelo económico vela por el crecimiento sin comprometer el entorno y en su consecución están comprometidos todos los países miembros de la UE. De hecho, el plan de acción para una economía circular fue aprobado el pasado mes de febrero por el Parlamento Europeo.
Las industrias alimentarias suponen, además, una contribución muy importante a la economía europea, en general, y española, en particular.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la industria alimentaria es la principal industria manufacturera en la UE con 1.205.000 M€ de cifra de negocios, 291.000 empresas (en su mayoría, Pymes) y 4,82 millones de personas trabajadoras. La española, por su parte, ocupa el 4º puesto en valor de cifra de negocios (9,7 %) y representa el 2,6 % del PIB nacional (en V.A.B). La industria cárnica, con 27.959 M€ (22,2%), es la más relevante en cuanto a cifra de negocio.
Con estos datos sobre la mesa, el esfuerzo hacia una cadena alimentaria sostenible y más rentable a largo plazo merece, sin duda, la pena.