Integrar la sostenibilidad en el propio concepto de marca no es sencillo.

La solución pasa por una estrategia transversal, visible en todas las fases de diseño, ejecución y desarrollo de un proyecto. Es decir, una mirada amplia y global.

Como estudio especializado en diseño gráfico, diseño web, packaging y branding o identidad corporativa, esa mirada ha de hacer frente a numerosos retos.

Implantar una perspectiva eco en el desarrollo de una marca o en el lanzamiento de nuevos bienes y servicios tiene sus propias peculiaridades. Te contamos cómo implementar una estrategia de branding sostenible

 

Índice de contenidos

  1. EcoBranding: una perspectiva integral en un proyecto global.
  2. EcoBranding: proceso, fase por fase, de implementación en un proyecto de diseño
    1. Conocer en profundidad al cliente y las necesidades que motivan el encargo.
    2. Investigar el mercado.
    3. Establecer los pilares tanto estéticos como conceptuales.
    4. Diseñar, mejor dicho, ecodiseñar para después ejecutar.
    5. Supervisar para garantizar la trazabilidad y la exactitud respecto a la idea inicial.

 

1. EcoBranding: una perspectiva integral en un proyecto global.

A estas alturas de la vida, hablar de diseño ecológico se da por sentado.

Quien más y quien menos intenta trasladar el valor de la sostenibilidad a cualquier proyecto creativo de diseño gráfico, packaging, branding, etcétera; al menos si cree fervientemente en el diseño como instrumento de cambio al servicio de la sociedad. Así, al menos, lo vemos nosotros.

Se da por sentado hablar de ecodiseño, no tanto así de ecoBranding, quizás por lo nuevo del concepto o porque se trata de algo más complejo.

Como ya sabéis, en este blog , hasta la fecha, hemos tratado de explicar en qué consiste el ecoBrandig: cuales son sus señas de identidad, sus objetivos e, incluso, sus principales obstáculos. Lo hacemos porque creemos que es el revulsivo que necesitamos, el camino hacia el diseño que ha de predominar en el futuro más inmediato.

Y no solo hablamos de diseño de bienes materiales, también de servicios, de estrategias y desarrollo de marcas, de acciones de posicionamiento… Esa es la principal virtud del ecoBranding: se trata de una forma de trabajar, de un modelo aplicable a cualquier proyecto de marca en pro de la sostenibilidad, de un proceso que abarca todas las fases de desarrollo de no importa que iniciativa.

Pero ¿cómo implementar una estrategia de branding sostenible en un nuevo proyecto? ¿Qué proceso ha de seguirse?

Hoy, nos alejamos del marco teórico para mostraros, paso a paso y del modo más práctico posible, nuestra forma de entender y poner en marcha un proceso creativo sustentado en una estrategia de branding sostenible.

 

2. EcoBranding: proceso, fase por fase, de implementación en un proyecto de diseño

¿Qué pasos seguimos en la implantación de una estrategia de branding sostenible? ¿Qué razones impulsan esa forma de proceder? En Ideolab, trabajamos en función de estas cinco necesidades:

 

lineal mercado

2.1 Conocer en profundidad al cliente y las necesidades que motivan el encargo.

Empaparnos del espíritu de empresa, de esa misión y valores que sustentan su actividad e imagen de marca o que, por el contrario, quieren adoptar y trasladar a su público. Esa es la primera fase en un proyecto que demanda alto grado de implicación y personalización.

¿Por qué desean adoptar esa nueva imagen de marca?, ¿para qué?, ¿qué esperan de ella? Necesitamos saber todos los detalles acerca de la estrategia que ha impulsado a una empresa o marca a tomar la decisión de contactar con nosotros para desarrollar esa nueva perspectiva.

Si el cliente nos aporta esa visión, tan necesaria, de estrategia de negocio y de marketing, podemos comenzar a abordar el proyecto desde su perspectiva, teniendo muy en cuenta el objetivo que necesitamos cumplir.

A veces este está muy ligado a las ventas y otras, a la generación de una marca más amable con la naturaleza o a la resolución de problemas de almacenaje y distribución en el caso del packaging, por ejemplo.

 

2.2. Investigar el mercado.

Llevamos a cabo una investigación propia para conocer el sector del cliente, competidores, tendencias de mercado, tipo de público al que se dirige…

En este sentido, es importante conocer la sensibilidad actual del perfil o target que el cliente desea conquistar en materia de sostenibilidad.

Solo así conseguiremos que el diseño ideado sorprenda al consumidor o consumidora con una experiencia de usuario óptima.

No solo eso, igualmente importante es conocer la legislación vigente en materia medioambiental respecto, por ejemplo, al diseño, fabricación y distribución de envases, así como las tecnologías disponibles al respecto y un largo etcétera que, en nuestro caso, dominamos gracias a años de experiencia y a muchas horas de formación al respecto.

 

2.3. Establecer los pilares tanto estéticos como conceptuales.

Estilos gráficos, sostenibilidad de los materiales que vamos a emplear, facilidad de reciclaje y optimización de transporte en el caso de envases…, todo es importante, todo es decisivo a la hora de concebir un producto que cumpla los objetivos del cliente y propicie, además, un ahorro de costes y un decisivo apoyo a la preservación medioambiental. En definitiva, todo suma en la implementación de una estrategia de branding sostenible.

En esta fase, proponemos varias alternativas y consensuamos con el cliente ese camino que vamos a recorrer antes de comenzar con la fase de diseño y planificación de aplicaciones.

Es aquí cuando establecemos el nivel de compromiso medioambiental del proyecto y las líneas rojas que el cliente no desea sobrepasar en la optimización de recursos de todo tipo.

 

Proceso de implementación estrategia de branding sostenible

 

2.4. Diseñar, mejor dicho, ecodiseñar para después ejecutar.

Comenzamos a diseñar en dos fases: por un lado, desarrollamos el concepto a través de palabras y, por otro, diseñamos de forma tradicional, casi artesana, con lápiz y papel.

Tratamos así de plasmar de forma gráfica, desde un punto de vista casi sentimental y emocional, lo trasmitido por el cliente o, más bien, esa idea que nos ha suscitado.

Dicha fase ha de suponer un mix perfecto entre la parte mas racional del proyecto, aquella de debe atender a objetivos cuantificables en materia de costes, medioambiental, imposiciones administrativas…, y esa otra que plasma los valores intrínsecos a una marca o a lo que el conjunto de los consumidores espera de ella.

Una formación técnica adecuada y grandes dosis de sensibilidad son virtudes esenciales del profesional en branding y diseño encargado de esta fase del proceso.

Es cuando empezamos a tener claro todo sobre el papel, cuando nos metemos de lleno en la parte técnica de diseño.

Lo hacemos desde el punto de vista de la identidad, pero también de las aplicaciones, la seguridad, la producción, la distribución, el uso y el reciclaje posterior de ese producto cuando se trata de un bien tangible.

Así, concebimos el proyecto de forma integral. Repasamos y repensamos todas las fases de la vida útil de ese producto. Aplicamos un pensamiento circular, de acuerdo a los criterios de economía también circular que se están estableciendo en el mercado actual.

En este sentido, atendemos especialmente a:

  • La selección de materiales y posibles fabricantes/imprentas que nos ayuden a llevar a cabo el proyecto de diseño desde los criterios medioambientales establecidos. El intento por optimizar materiales, recursos, logística…, está siempre presente.
  • El Análisis de Huella de Carbono Equivalente si establecemos con el cliente que es necesario para la mejora del producto o de cara a ofrecer una mayor información o transparencia al usuario o usuaria.

 

Proceso creativo en una estrategia de branding sostenible

 

2.5. Supervisar para garantizar la trazabilidad y la exactitud respecto a la idea inicial.

La parte de supervisión del producto es fundamental. Controlamos todas las fases del proyecto en este sentido e intervenimos incluso en la etapa de producción, entrega de aplicaciones gráficas, etc. El objetivo es que el resultado final sea fiel al diseño esbozado y aprobado por el cliente y que responda perfectamente a los objetivos fijados a todos los niveles.

En algunas ocasiones, hacemos una reunión de análisis y cierre del proyecto con el cliente. De hecho, cada vez otorgamos más importancia a esta última etapa del proceso, pues nos ayuda a sacar conclusiones que nos sirven para el futuro. Se trata de aprender de la experiencia para implementar posibles mejoras.

Un proyecto de ecoBranding precisa que el equipo encargado de concebir un diseño esté presente a lo largo de toda su ejecución. Esta es la única forma de garantizar la sostenibilidad del mismo y una experiencia de usuario a la altura de las expectativas del cliente. Y es que, un envase sostenible de éxito ha de serlo a lo largo de todo su ciclo de vida.

¿Necesitas más información? ¿Quieres contarnos qué necesitas? Contacta con nosotros, te ayudamos a crear y lanzar tu marca al mercado.