A nadie se le escapa que la digitalización del comercio ha traído consigo una auténtica revolución en el mundo de la paquetería y de la logística.
Los datos hablan por sí solos. En 2018, tan solo Correos gestionó 106 millones de envíos, un 61 % más que el pasado año. En 2019 batía este récord con la tramitación de 129,3 millones de portes, lo que suponía un incremento del 22 % respecto a 2018. Un año después y en medio de la pandemia sanitaria, la cifra se situaba en 209 millones.
Y hablamos solo de Correos, cuya tendencia es extrapolable (e incluso superada) a cualquier servicio de paquetería en nuestro país: SEUR, MRW...
Dicha propensión plantea ciertos retos que tanto los operadores logísticos como los comercios o fabricantes que emplean estas plataformas deben asumir. Y todos ellos podrían englobarse bajo un solo concepto: optimización. En primer lugar, la necesidad de optimizar para reducir costes; en segundo lugar, la de hacerlo para contribuir a la sostenibilidad no solo del sistema, sino del entorno en el que se desarrolla.
Índice de contenidos
1. EcoBranding como respuesta a la optimización
Optimizar un proceso o producto para reducir costes y el impacto ambiental que genera no es sencillo. Sin embargo, es más que necesario si queremos hablar de mayor rentabilidad empresarial y compromiso con el futuro de nuestro frágil ecosistema.
No es sencillo porque hacerlo no debe implicar una merma en la calidad del servicio o bien que estamos proporcionando al cliente final. Es más, ha de constituir un valor añadido para este.
En dicho sentido, el ecoBranding tiene mucho qué decir.
Esta nueva estrategia, orientada a cumplir los objetivos citados sin importar el sector o actividad económica, trabaja en varias direcciones para responder a las siguientes incógnitas:
Desde el punto de vista del fabricante:
- Cómo diseñar un producto para que sea fácilmente transportable sin perder funcionalidad, eficiencia ni atractivo estético: dimensiones, formas, materiales (más ligeros y ecorresponsables)…
Desde el punto de vista del comercio:
- Cómo embalar dicho producto para que no resulte dañado durante el transporte (cajas, bolsas y rellenos sostenibles y ligeros).
- Cómo aprovechar al máximo las dimensiones en función de un peso equivalente.
- Cómo diseñar un paquete que sea fácil de ordenar en un palet o medio de transporte, de trasladar o de asir.
Desde el punto de vista de la plataforma de paquetería:
- Cómo preparar los pedidos con rapidez.
- Cómo ganar capacidad de almacenaje.
- Cómo transportarlos de manera eficiente (para emplear menos combustible, recorrer menos kilómetros…), sobre todo en lo que se denomina la última milla (distancia a recorrer desde el último punto de distribución hasta el lugar o domicilio de destino).
Todas estas cuestiones pasan por respuestas que facilitan el ahorro, disminuyen la contaminación y favorecen metodologías más rápidas y eficaces de trabajo. En definitiva, respuestas que benefician a todos por igual y que, sin duda, pueden ser dadas por una estrategia de ecoBranding diseñada a la medida de un cliente, producto o actividad.
2. Creatividad, investigación y tecnología
Aquí la creatividad, la investigación y la tecnología juegan un papel fundamental.
Los softwares de optimización de rutas de reparto son un ejemplo palpable en la mejora de la gestión y trazabilidad de los pedidos para entregas más eficientes y sostenibles. También materiales como los denominados bioplásticos o plásticos reciclados rPET (de postconsumo), o el cartón reciclado ligero. Todos ellos son más seguros, fácilmente transportables y reciclables.
Los nuevos materiales de embalaje ecológicos y biodegradables incluyen en su interior o composición papel de relleno o bolitas de almidón biodegradables, cinta adhesiva ecológica, cuerdas de rafia, algodón u otros materiales naturales, etiquetas adhesivas biodegradables hechas con materiales 100 % reciclados, pegamento ecológico con adhesivo natural respetuoso con el medioambiente…: son muchos los detalles a tener en cuenta en el diseño y confección de un embalaje o packaging adecuado.
Sin embargo, si en algo están de acuerdo quienes se dedican a la paquetería y la logística, pero también fabricantes y responsables de comercios, es que el futuro del sector pasa por la internacionalización, la digitalización y la sostenibilidad. Esta ha de ser la evolución natural de un sistema de distribución que ha llegado para quedarse y que exige, por parte de las empresas, un plus en modernización y altas dosis de sensibilidad con el entorno natural y justicia social.